De acuerdo a un catastro de la CChC, de considerarse solo las comunas con más de 50.000 habitantes, se observa que el 14% de ellas y donde residen más de 1.250.000 personas, no disponía de planos reguladores, por lo que se regía por aquellos de las comunas que le dieron origen o por planos reguladores intercomunales o metropolitanos.
De las comunas del país con más de 50.000 habitantes que sí tenían planes reguladores comunales propios, el 60% de estos sumaba más de 10 años de antigüedad. Es así que el promedio de antigüedad de los PRC de comunas con más de 50.000 habitantes era de 17,3 años.
“En la obsolescencia e ineficacia del sistema y los instrumentos utilizados para planificar el desarrollo de las ciudades está la base de la crisis que vive nuestro país en esta materia y que se refleja en vecinos que sienten amenazadas sus condiciones de vida por la construcción de edificios, creciente tensión entre comunidades y empresas inmobiliarias, descoordinación en la gestión urbana, escasez relativa de suelo, más dificultades para ejecutar proyectos, limitaciones a la oferta de viviendas y mayor segregación social, entre otros”, sostuvo el Presidente de la CChC.
El dirigente gremial agregó que “hay que pasar de las denuncias a la acción, revisando y modificando el marco normativo que regula el desarrollo de las ciudades. Tenemos que avanzar hacia una nueva convivencia urbana y como gremio queremos aportar a ese desafío”. Los planes reguladores comunales son el instrumento de planificación más importante de una comuna. Establecen lineamientos para el desarrollo físico de sus áreas urbanas. Se estructuran sobre la base de un conjunto de normas urbanísticas tendientes a fijar la relación entre zonas habitacionales, de trabajo, equipamiento y esparcimiento, así como a establecer las condiciones y características de las construcciones.
En línea con las cifras observadas a nivel nacional, el 33% de las comunas de la Región Metropolitana no contaba a diciembre de 2016 con un Plan Regulador Comunal propio. Asimismo, si se consideran solo las comunas de la RM con más de 50.000 habitantes, 21% de ellas, que reúnen a casi un millón de personas, no disponía de un instrumento propio de planificación.
Cabe destacar que de las 12 comunas del país con más de 50.000 habitantes que no contaban con un Plan Regulador Comunal propio, 9 forman parte de la Región Metropolitana, siendo las más pobladas La Pintana, El Bosque, Estación Central y Pedro Aguirre Cerda, en todas las cuales residen más de 100.000 personas, según datos del censo considerado para este estudio.
Por su parte, el promedio de antigüedad de los planes reguladores comunales de las comunas de la Región Metropolitana ascendía a 16,7 años.
Para avanzar hacia una nueva convivencia urbana, que resuelva la crisis de planificación que afecta al país, la Cámara Chilena de la Construcción propone abordar tres pilares fundamentales:
• Adaptabilidad: A partir de una visión de largo plazo, las ciudades y comunas deber poder adaptarse, creciendo por extensión, densificación y renovación, para acoger a nuevos habitantes de todos los estratos socioeconómicos sin afectar la calidad de vida de los actuales residentes.
• Planificación: Esta debe ser sistemática, participativa (amplia, oportuna, indicativa y propositiva), accesible y comprensible para todos, que vele por la integración social y que coordine las acciones de los entes que actúan sobre el territorio.
• Gobernanza: Las áreas metropolitanas deben tener un gobierno metropolitano, que puede recaer en una persona elegida democráticamente, en un órgano público o en un ente público-privado, tal como existe en algunos países desarrollados.
Por último, el Presidente de la CChC hizo un llamado a radicar este debate en el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), organismo creado para velar por la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano oficializada el año 2014.
“El Consejo ha hecho propuestas concretas y en su mayoría consensuadas para mejorar la planificación urbana para ‘la construcción de ciudades más equitativas y justas, más integradas