Si bien el transporte vertical agrupa variados sistemas de desplazamiento, como ascensores, escaleras eléctricas, rampas y montacargas, entre otros, en su mayoría la innovación o nuevas tecnologías se han desarrollado en torno a tecnologías inteligentes, seguridad, accesibilidad universal y eficiencia energética. “La computación y electrónica de última generación, está presente en los equipos modernos. Sin embargo, nos estamos quedando atrás con equipos antiguos que prestan un mal servicio y son energéticamente ineficientes”, destaca Gustavo Lagos, Presidente de las Asociación Gremial de Transporte Vertical de Chile (AGTV).

Las principales marcas del rubro están hace décadas en el mercado nacional. “Históricamente el rubro ha funcionado artesanalmente, en parte por haber sido desregulad o escasamente regulado, en los aspectos técnicos y legales”, señala Humberto Miranda, Presidente de los Certificadores Nacionales de Transporte Vertical – A.G. (CENTRAVE-AG) y Profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la U. Técnica Federico Santa María, UTFSM..

Los ascensores, escaleras mecánicas, montacargas, plataformas, elevadores y otras alternativas de transporte vertical, “presentan una extensa variedad de opciones para la búsqueda de optimización del diseño del desplazamiento en edificaciones en altura, el desarrollo orientado a la inclusión y la búsqueda de llegar a grandes alturas, con la finalidad de generar densificación. Además, la mejora de los recursos y el apoyo de la tecnología, reduciendo los tiempos y el consumo de energía, generan nuevos desafíos para la industria del transporte vertical”, comenta Yamil Salah, Director de Carreras de la Escuela de Construcción Duoc UC Sede San Bernardo.

El desarrollo tecnológico de los ascensores, no solo está dado por la optimización espacial del edificio; si bien esto ha marcado las transformaciones de estructura y su espacio de operación, los mayores cambios se observan gracias a la búsqueda de perfeccionamiento del proceso de uso. “La búsqueda en la disminución de los tiempos, principalmente de espera y desplazamiento, ha sido uno de los desafíos que ha alcanzado aportes tecnológicos importantes. Los programas relacionados con la gestión de tráfico o llamadas inteligentes, optimizan el traslado específico a cada destino, disminuyendo las paradas innecesarias para cada grupo de pasajeros. Una variedad de software que utilizan información preestablecida de cada usuario, permite transportes más rápidos y seguros; y los medios de identificación ya sea tarjetas, código de acceso o incluso a través de smartphone, posibilitan la caracterización de los servicios, pudiendo utilizar esta información como sistema de control de acceso a los edificios”, añade Yamil Salah. Asimismo, “la llegada del ascensor sin sala de máquinas es un desarrollo tecnológico muy importante que ha reducido en tamaño del sistema motriz 2/3 del volumen original. Esto se instala en la escotilla del ascensor y se evita la sala de máquinas”, expresa Gustavo Lagos.

Otro avance es el uso de sistemas de potencia más eficientes. “El uso del variador de frecuencia, dispositivo que permite arranques y paradas suaves y controladas, además de un menor consumo energético, hoy es práctica común, lo que hace 10 o 15 años era más bien un lujo. Los ascensores de tecnología de punta consumen cerca de 30% menos que los equipos convencionales”, explica Humberto Miranda.

Asimismo, destaca la incorporación del sistema regenerativo, que bajo ciertas condiciones puede transformar al ascensor en un generador de energía, pudiendo usarla en servicios comunes del edificio o “devolverla” a la red, con el consiguiente descuento en la cuenta de energía eléctrica. Según el acuerdo al DS 37/2015 (publicado en 2016 en el Diario Oficial) del MINVU, a partir de 2018 todos los ascensores que se instalen en edificios destinados a vivienda, de seis o más pisos, deberán contar con tecnología regenerativa.

Lamentablemente para el medio ambiente, “quedarán miles de ascensores que al no ser modernizados, seguirán siendo ineficientes. En un ascensor nuevo, con la regeneración se consigue un ahorro del 30% y en una modernización, según sea el caso, hasta un 70%”, complementa el Presidente de la AGTV.

Sin embargo, aún falta por avanzar, ejemplo de ello es que hoy “los ascensores más rápidos en Chile son del orden de 5m/s (18km/h), mientras que en Japón sobrepasan los 20m/s (72km/h)”, comenta Gustavo Lagos.

“La Ley N° 20.296 regula temas referidos con el transporte vertical y establece disposiciones para la instalación, mantención e inspección periódica de ascensores y otras instalaciones similares (funiculares, montacargas, escaleras y rampas mecánicas), creando un Registro Nacional de Instaladores, Mantenedores y Certificadores de Ascensores, administrado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu)”, destaca Verónica Latorre, Coordinadora Técnica de Edificación de la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción.

“En este escenario, aparece la figura de los instaladores, mantenedores y certificadores. Un requisito necesario es estar inscrito en el Registro Nacional que maneja el Minvu”, señala Verónica Latorre.

La ley 20.296 incorpora certificaciones anuales para los edificios de uso público y para los habitacionales cada dos años, en tanto que la mantención sigue siendo mensual. El primer semestre de 2017 deberá ser la primera certificación de instalación y mantención asociada al transporte vertical, en proyectos habitacionales, corporativos y públicos.

En marzo pasado comenzó el proceso de certificación de todos los ascensores en edificios recepcionados después del año 2000, mientras que el próximo año seguirá con los anteriores a esa fecha.

Según Yamil Salah, “las Direcciones de Obras Municipales no tienen facultades para supervisar y/o aplicar multas en caso de infracción, solo corresponde poner en conocimiento del Juzgado de Policía Local, el ingreso inoportuno de los antecedentes asociados a instalaciones de transporte vertical”.

En el mercado nacional existen empresas mantenedoras e instaladoras de diverso tamaño y capacidad técnica. “En el rubro se estima que un 65% del mercado del mantenimiento de ascensores lo abarcan cuatro empresas, cada una de las cuales tiene miles de ascensores bajo su cargo, el resto lo configura una serie de empresas medianas y pequeñas. Se estima que son entre 2.000 y 2.500 los trabajadores, técnicos y supervisores, dedicados a directamente a las labores de instalación y mantenimiento de ascensores”, comenta Humberto Miranda.

Hoy existe en Chile un déficit de técnicos y profesionales especialistas en transporte vertical, lo que se traduce “en la existencia de un número no menor de equipos instalados y/o mantenidos deficitariamente, con no-conformidades de distinto tipo, algunas veces de carácter grave”, agrega el académico. Por ello, la formación permanente es fundamental para mejorar la calidad de los trabajadores del rubro y cubrir la demanda actual y futura de técnicos y profesionales especialistas.