En Chile existe un completo portafolio de sistemas para el bombeo de agua en edificios, siendo un mercado competitivo y maduro, debido a la presencia de variados proveedores nacionales y extranjeros, aunque no siempre se aplican las mejores alternativas tecnológicas disponibles para las aplicaciones de este tipo.
De acuerdo a Raúl Cobo, Gerente General de Fabelec, en los proyectos de bombas de agua para edificios, la cadena termina con el usuario final, pero en ella también intervienen las empresas inmobiliarias –como mandantes- y constructoras, que normalmente subcontratan al instalador sanitario, quien actúa muchas veces como proyectista y que, finalmente, es la interfaz de los proveedores con dichos proyectos.
Además, el profesional agrega que es necesario elevar los estándares en esta área y asignar mayor importancia a temas como la eficiencia energética. “Las constructoras e inmobiliarias deberían tener una visión de más largo plazo al momento de elegir los sistemas de bombeo de los edificios”, declara.
Eduardo Díaz, SEA INGENIERIA.
Gino Abbruzzese, BOMBAS DIANA.
Reticencia al cambio y conocimiento insuficiente
Al respecto, Daniel Acosta, Gerente de Movag, señala que “en la construcción, no hay mayor avance en la tecnificación de las salas de bomba; todavía los proyectistas recomiendan los antiguos sistemas hidroneumáticos y no son muy proclives a incorporar, por ejemplo, variadores de frecuencia, pese a las ventajas que conlleva un sistema de velocidad variable”.
Coincidiendo con lo anterior, Eduardo Díaz, de SEA Ingeniería, confirma que son las bombas hidroneumáticas las que concentran las ventas y reposiciones de equipos y respectivos accesorios.
La falta de conocimiento de nuevas tecnologías es uno de los factores que explica este fenómeno. Al respecto, Víctor Guerrero, Gerente de Negocios de Sitrol, comenta que ha visitado empresas constructoras en el sur del país, que efectuaban todos sus proyectos con sistemas de bombeo convencionales, con especificaciones básicas, lo que no solo respondía a la variable precio, sino que también a un desconocimiento respecto de soluciones más nuevas, que incorporan mayor tecnología y que ofrecen, a su vez, una mayor eficiencia energética y confiabilidad del servicio.
En materia de mantenimiento, el escenario en muchos edificios residenciales es similar. Mario Mella, Product Manager de Sitrol, explica que “en general, no hay un seguimiento constante del funcionamiento de la sala de bombas; las visitas tienden a ser reactivas, es decir, cuando se produce una falla, como por ejemplo, que no llegue agua fría. Tampoco se hace un análisis de cuánto gasta la bomba, que a veces puede tener consumos exorbitantes”.
Por su parte, Gino Abbruzzese, Ingeniero de Proyectos de Bombas Diana, coincide en que es necesario atreverse a innovar. A modo de ejemplo, relata una experiencia del sector agrícola que podría replicarse en la construcción: Indap implementó en 2007 motobombas solares que recién comenzaron a masificarse en 2011, debido al desconocimiento existente en torno a estos equipamientos y a una inicial reticencia a innovar. “La gente duda mucho ante lo desconocido y si no hay una ley que exija un cambio, es difícil introducir innovaciones. Como nuestra matriz energética es débil, la parte agrícola se ve muy afectada, más que la construcción, por lo que ha debido incorporar la eficiencia energética”, plantea.
Bombeo de velocidad variable
A juicio de Cobo, hay que educar al mercado sobre la importancia de incorporar medidas de eficiencia energética en los sistemas de bombeo de agua en el sector de la construcción, dadas las numerosas ventajas que estos reportan. En este sentido, sostiene que “los sistemas de velocidad variable permiten tener agua siempre y a una presión constante y pareja, lo que no ocurre con los hidroneumáticos”. Agrega que también disminuyen los costos de mantención, ya que la bomba no debe partir y parar frecuentemente como ocurre con soluciones tradicionales y y necesitan menos potencia instalada, reduciendo el número de bombas requeridas para la instalación.
Adicionalmente, el Gerente General de Fabelec destaca que los sistemas de bombeo de velocidad variable permiten ahorrar metros cuadrados que se pueden destinar para implementar más bodegas o estacionamientos. Por otra parte, como están hechos con componentes electrónicos, admiten una serie de prestaciones modernas, entre otras, como monitoreo y control remoto vía Internet, lo que permite que el instalador pueda diagnosticar el problema antes de llegar al edificio.
Por todo lo anterior, los sistemas de impulsión de agua en edificios llegaron para quedarse, pero hasta ahora, se trata de una solución que ha tenido mayor penetración en instalaciones grandes. “Si el cliente es una empresa de ingeniería, que solo debe especificar qué equipos poner, cuando se pasa a la etapa de construcción generalmente se toma una decisión por precio. Sin embargo, cuando la constructora está relacionada directamente con la operación del edificio (por ejemplo, un hotel, un mall, una clínica o un hospital), es más fácil vender las ventajas de la nueva tecnología, porque entienden rápidamente cómo estas los beneficiarán”, explica Mario Mella.
Oportunidades de negocios
En opinión de Daniel Acosta, “hay un campo muy grande para mover sistemas de bombeo de velocidad variable en la construcción nueva y también en la existente, ya que hay edificios que tienen 15 a 20 años, y que deben renovar bombas; ahí hay una oportunidad, pues cerca del 80% de los sistemas instalados deben ser equipos hidroneumáticos”.
Una mirada coincidente muestra Mella, quien destaca que mediante sistemas de bombeo eficientes energéticamente es posible bajar considerablemente el gasto en consumo eléctrico, ahorro que se puede demostrar a los propietarios. Añade que el cambio de sistema puede implicar una inversión mayor, pero que rápidamente se recupera. “Creo que en el futuro hay muchas oportunidades de crecer en este mercado, ya sea en hospitales, clínicas, malls, y otras construcciones donde el uso el agua potable y alcantarillado es clave para que el sistema pueda operar”, precisa.
Para el ejecutivo, para incentivar el uso de variadores de frecuencia para este tipo de aplicaciones, podrían implementarse iniciativas tales como la existencia de una ley que castigue el exceso de consumo eléctrico en edificios por habitante, o subsidios que fomenten el uso de sistemas de impulsión eficientes. Añade que sería positivo un claro apoyo del Gobierno para potenciar los sistemas que promueven la eficiencia, más aún en el escenario descrito, en que la matriz energética del país aún tiene carencias. A juicio del Product Manager de Sitrol, se observa, en todo caso, una incipiente cultura en favor de estos sistemas, citando a modo de ejemplo el caso de algunos edificios residenciales en la comuna de Ñuñoa, donde la gente ha optado por departamentos que privilegian la eficiencia energética.
También se observan avances en el ámbito de los sistemas contra incendios, que pueden gatillar un mayor uso de bombas de agua con mayor tecnología. Así lo señala Víctor Guerrero, quien comenta que se está estudiando exigir que cada edificio con cierta cantidad de habitantes debe tener un sistema normalizado donde se exijan bombas independientes con sistemas de energía autónomos, que permitan mejorar la impulsión.
Otros proyectos
Según Mella, otro sector interesante para el bombeo de agua es la minería. Explica que en el manejo de relaves las instalaciones estáticas son muy caras, por lo que se requieren equipos centrífugos que vayan moviéndose de acuerdo al avance de la producción, contexto dentro del cual Sitrol, está integrándolos sobre carros. El ejecutivo también señala que otra aplicación de estas soluciones son el control de inundaciones.
Por otra parte, señala que “estamos entrando con bombas de desplazamiento positivo para el fracking en minería. Hace poco estuvimos haciendo negocios con una minera del norte y se están vendiendo equipos con variadores de frecuencia con una aplicación en el celular, de manera de conectarse por Bluetooth y ver distintas variables como temperatura, vibración, posibilidad de falla, alertas de mantenimiento preventivo y/o correctivo”.
Finalmente, en materia de servicio, todos los asistentes coinciden en que un buen servicio de pre y postventa es clave para fidelizar a los clientes en un mercado competitivo. En este sentido, concluyen que es importante que exista una asesoría técnica previa y un buen servicio técnico, con respuestas oportunas.