El Índice Mensual de Actividad de la Construcción (IMACON), elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), exhibió una caída anual de 4,9% en el pasado mes de abril. El Gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, señaló que “el pobre desempeño del sector, que ya acumula ocho meses seguidos con variaciones negativas, es coherente con el escaso crecimiento de la actividad económica, el insuficiente ingreso de proyectos de inversión y el pesimismo de la confianza de parte de los empresarios”.
Por su parte, Patricio Donoso, Presidente en ejercicio del gremio, sostuvo que “todas estas condiciones se explican básicamente por factores internos, como las llamadas ‘reformas estructurales’ que modificaron el sistema tributario y las relaciones laborales al interior de las empresas. Desde el punto de vista sectorial, también agregaría las crecientes dificultades para materializar proyectos de inversión, que encuentran todo tipo de trabas aun teniendo sus permisos en regla”.
La contratación de mano de obra registró en abril una caída anual de 1,3%, lo que refleja un continuo deterioro de la calidad del empleo en el sector. Es así que en el cuarto mes del año el empleo dependiente retrocedió 7,2% en doce meses, mientras que los ocupados por cuenta propia aumentaron 10,1% en igual período.
El índice de ventas de proveedores retrocedió 9,5% anual en abril, manteniendo la tendencia a la baja observado en los últimos 12 meses. Por su parte, el índice de despachos de materiales, que aproxima la demanda de materiales de obra gruesa, experimentó una caída de 1,7% anual, consistente con una menor provisión de hormigón y cemento respecto de 2016.
La actividad de contratistas generales avanzó 4,6% anual en abril, lo que se condice con la leve recuperación de la actividad de obras civiles y montajes, ítem preponderante en la composición de este indicador. A lo anterior se suma la actividad de movimiento de tierras, que aumentó pese a mantener bajos niveles.
La aprobación de permisos de edificación disminuyó en términos anuales, manteniendo la tendencia contractiva observada en los primeros meses del año. La superficie aprobada para edificación anotó una variación anual de -7,5% en doce meses. En esta ocasión, tanto los permisos con destino habitacional como los no habitacional evidenciaron una baja anual durante abril respecto de lo observado el mes anterior.
Respecto al Indice de Actividad de la Construcción Regional (INACOR), en abril, la mayoría de las regiones exhibieron un retroceso en su indicador de actividad sectorial, lo que es coherente con los menores permisos de edificación aprobados durante el año, la menor utilización de insumos para la construcción y la caída en la contratación de mano de obra.
De acuerdo al análisis que se desprende del Informe de Percepción de Negocios, elaborado por el Banco Central, se resumen las respuestas de las empresas consultadas sobre la situación de la actividad de la construcción en regiones:
Zona norte: El mercado habitacional continúa afectado por el adelantamiento de compras provocado por la aplicación del IVA a las viviendas, a lo que se suma una postergación de decisiones de compra por expectativas de una disminución de precios de los inmuebles. En este contexto, una fracción de los entrevistados manifestó haber reorientado su actividad hacia la edificación habitacional con algún tipo de subsidio, cuyas ventas siguen dinámicas, lo que se ha reflejado en un aumento de los postulantes a las licitaciones. Respecto de las obras públicas, se espera un mayor impulso para este año, pero con menores rentabilidades. En cuanto al mercado laboral, se aprecia un alza en la disponibilidad de mano de obra, aunque menor a lo registrado durante la segunda mitad de 2016, lo cual se refleja en pretensiones de rentas más bajas.
Zona centro: La mayoría de los entrevistados señala que los proyectos habitacionales con subsidio continúan sosteniendo la actividad sectorial. Por el contrario, el resto dice que las ventas de viviendas han disminuido o se han estabilizado los últimos meses, lo que continúa atribuyéndose a factores como el cambio tributario en el sector y las mayores restricciones de financiamiento. De este modo, se observa una baja notable en las licitaciones de proyectos de mediano plazo en obras de ingeniería, a la vez que se tienen mejores perspectivas en el ámbito de obras públicas. Por su parte, no se percibe un mayor deterioro en el mercado laboral, aunque se prevén mayores presiones de costos laborales como causa de la reforma previsional y laboral. Se observa una alta disponibilidad de la mano de obra calificada, a la vez que la llegada de extranjeros ha contribuido a disminuir la elevada rotación de la menor calificación.
Zona sur: La infraestructura pública continúa impulsando al sector, aunque sin mayor impacto en las empresas locales de menor tamaño. Sin embargo, en el agregado, se espera una mayor ejecución del gasto público en inversión, lo que impulsaría la compra de viviendas con subsidio, mientras que las ventas sin subsidios se mantienen débiles. Por otro lado, los entrevistados muestran preocupación por la decaída inversión en construcción privada, principalmente por la incertidumbre política y económica nacional. En cuanto al mercado laboral, existe una percepción de mayor desempleo y vulnerabilidad en los sectores de ingresos más bajos, a la vez que se repite la sensación de incertidumbre generada por los efectos de la reforma laboral.